Cuento del mes

¡Hola!

Por fin os pongo el cuento de este mes! Es viernes y tengo tiempo libre ;) Perdón si la letra sale subrayada, negra, morada... pero es por causa de las fotos. ¡Sin más entretenimiento, os deseo una buena lectura! El cuento de este mes se llama: Ladrones

Me llamo Meli y ahora tengo 16 años. Este es un hecho que según mi madre me ocurrió cuando yo tenía sñolo 4 años. Yo no me acuerdo de nada, pero mi madre me lo cuenta de vez en cuando. Según mi madre, me dijo que el 17 de julio, una noche de verano muy tranquila, mi madre me llevó a la cama para dormir ya. Yo le decía que no tenía sueño, pero en verdad, lo tenía. Cuando mi madre se fue a su cama a dormir, yo me quedé a oscuras en mi cuarto durmiendo. Esa noche, oí como el pomo de la puerta principal de mi casa se abría y alguien o algo subía las escaleras hasta llegar a mi habitación. Yo no le echaba cuenta, ya que pensé que era el viento o un ratoncillo que hubiese por la casa. Seguí durmiendo.
Todo estaba en silencio... Esa noche, llegó una mujer vestida de negro. Se colocó al lado de mi cama y me levantó moviendome un poco de la cama. Me costó trabajo levantarme, ya que era tarde y pensé que era un sueño de esos que parecen tan reales. Pero no, me estaban moviendo de verdad. Pensé que era mi madre. Pero no, era una señora mayor, de unos 35 años vestida de negro entera.
Abrí los ojos, pero no me moví de mi cama. Estaba cansada, mi cuerpo no reaccionaba ni cumplía la orden que le pedía mi cerebro: "Levanta". Finalmente, tras unos minutos de despertarme bien, me levanté. Le pregunté a aquella señora:
-¿Qué? ¿Quién eres?-le pregunté un poco asustada. Aún creía que era un sueño.
-Chss. Ven conmigo.-Me dijo la mujer.
Yo asustada, la seguí hasta una habitación con dos camas parecida a un ático, pero la mujer me contó que ahí era donde dormía, comía, se duchaba... Era un lugar muy lejos de mi casa.
Ya en su casa, la mujer me dijo:
-Quedate aqui.
Yo vi como se acercaba a un teléfono que había entre las dos camas, parecía muy viejo. Cogió el teléfono y empezó a marcar.
Yo no le eché cuenta y le seguí. ¡Me pidió que la siguiese! No podía pararme ahora. Creo que llamaba a mi madre y le pedía dinero por mi rescate. ¡Pedía demasiado! Dijo:
-Quiero 198.000 bayas.
Supe que mi madre no tendría tanto dinero, pero era muy valiente para hacer lo que pensaba -.-''
Esa misma tarde, la señora ladrona de niños/as, me llevó a dar un paseo por allí por su vecindario. De repente, detrás del Museo, apareció mi madre con un hacha, diciendole a la señora que se largase, que le devolviese a su hija (o sea, yo) y que el dinero que no tendría, no se lo daría. Del susto y de la amenaza de mi madre y su hacha, la señora ladrona salió corriendo.
Mi madre y yo reunidas, nos dimos un fuerte abrazo y ya calmadas me dijo:
-Ya se ha ido.
-Si...
Desde ese día, ya no me acuerdo de nada, ya que hace mucho tiempo que ocurrió. ¿La mujer? No la volví a ver... pero lo más seguro es que siga viva... por algún lado del universo :)

Espero que os haya gustado el cuento :D Mañana o durante estos días publicaremos más fotos y algunas de ellas sería la del Carnaval :)